En una jornada marcada por la incertidumbre de los resultados electorales, el analista político Alberto Acosta Burneo analizó en una entrevista para Manavisión Plus las profundas implicaciones del Referéndum y la Consulta Popular para el futuro político, de seguridad y económico de Ecuador.
El experto subrayó que la falta de una institucionalidad robusta ha convertido al país en “un país de caudillos” con un historial de constituciones de corta vida, diseñadas como meros “planes de gobierno” que caducan con el régimen de turno.
-Economista, con los resultados preliminares del casillero A, sobre la instalación de bases militares, ¿qué representa para el país que gane el SÍ en esa pregunta de la consulta?
Hay que estar muy claros que esa lucha contra la inseguridad que está viviendo el país contra los grupos criminales, narcotraficantes, es una lucha transnacional, es un enemigo que no está ubicado solo en el Ecuador y que definitivamente no lo vamos a vencer solos.
Por eso es que esta pregunta lo que buscaba era abrir la puerta a esa cooperación internacional en contra de estos de este enemigo que está ubicado en toda la región. Si es que le gana el SÍ, significa que el Ecuador va a tener la libertad para buscar un acercamiento con Estados Unidos y eventualmente tener una mayor colaboración, incluso en materia militar, para luchar contra estos grupos irregulares. Si gana el NO, significa que no vamos a tener esa colaboración y que habrá más limitaciones en esa colaboración.
-¿Cuál es el escenario que podría darse si en esta pregunta gana el NO, pero luego, en una Asamblea Constituyente (si gana el SÍ en la pregunta D), se decide incluir la posibilidad de bases militares extranjeras en el territorio nacional? ¿Qué tan conflictivo o contradictorio podría ser este escenario?
En teoría podría darse, pero probablemente yo creo que no sería muy posible. ¿Por qué? Porque si la población ya se ha opuesto a esa decisión, mal harían los asambleístas constituyentes en incluirlo y poner en riesgo la aprobación de la nueva Constitución. Entonces, yo creo que si es que gana el NO en esta pregunta, lo más probable es que los asambleístas constituyentes lo tomen como un dato, un punto de partida y que no incluyan eso en la Asamblea Constituyente. Porque caso contrario, la ciudadanía puede volver a votar igual que votó en NO para esta pregunta, puede votar NO en toda la Constitución que elaboren.
– Ecuador ostenta el récord del mayor número de constituciones subsecuentes en Latinoamérica, más de 20. ¿Existe una explicación académica o humana de por qué el país ostenta esta constante de hacer y deshacer de leyes?
Lamentablemente el país lo que tiene es una débil institucionalidad y vemos cómo eso hace también que los políticos, los caudillos, porque este es un país de caudillos, y que los caudillos cuando lleguen al poder quieren hacer su propia Constitución y terminan haciendo realmente un plan de gobierno.
La Constitución actual no es una Constitución, es un plan de gobierno del socialismo del siglo XXI. Es un plan que sirve para los gobiernos del socialismo del siglo XXI, pero no sirve para el resto de gobiernos. Por eso es que esta Constitución actual tiene una sentencia de muerte. Si es que no es ahora, incluso si llega a ganar el NO en esta ocasión, más adelante se darán las circunstancias y se terminará eliminando esta Constitución y creando una nueva.
-¿Qué tan pertinente es esta consulta para establecer ciertos cambios en materia económica, sobre todo si gana el SÍ en la pregunta D, que es la que hace referencia a la Asamblea Constituyente?
Bueno, es una gran oportunidad. El país necesita con urgencia una asamblea constituyente, una nueva Constitución que sea amigable con la inversión. La inversión es el motor del crecimiento económico, la inversión productiva.
Lamentablemente tenemos una constitución que bloquea la inversión, que crea amplios monopolios estatales donde no puede entrar la inversión privada y como resultado el país crece muy lento, hay insuficiente inversión, la producción petrolera cae aceleradamente, la electricidad, no tenemos suficiente electricidad por insuficiente inversión. Un país que decidió cerrarse a la inversión cuando incluso la China comunista decidió abrirse a la inversión productiva, a la inversión privada. En el Ecuador hicimos lo contrario, un absurdo. Por eso es que es tan importante una asamblea constituyente para hacer una nueva Constitución.
-¿Qué rutas o qué alternativas le quedan al gobierno para acaparar o atraer esas inversiones extranjeras si gana el NO en la Asamblea Constituyente?
Significa que los cambios van a tener que ser mucho más marginales. Ya no se podría y el gobierno probablemente no va a insistir en una nueva asamblea constituyente, es decir, en este gobierno se acaba esta oportunidad, quedará para más adelante cuando ya sabemos que la población cambia en su manera de pensar y además muchas veces los referéndums son una medición de popularidad del gobierno de turno.
Quedaría para un futuro. Mientras tanto, ¿qué puede hacer? Son mejorar reglamentos, mejorar leyes, pero va a haber una limitante fundamental que es una Constitución que no es amigable con la inversión.
-¿Qué cosas recomendaría usted que se cambie en una posible nueva Constitución si gana el SÍ o qué cosas debería buscar sí o sí cambiar el presidente vía reformas constitucional?
Lo que se necesita es algunos principios económicos básicos pero poderosos para fomentar la inversión. El primero, garantizar libertad de empresa y libertad de contratación, que el Estado no pueda limitar la iniciativa privada.
Segundo, estabilidad jurídica, algo que es muy escaso en la región. La Constitución peruana, por ejemplo, logró crear estabilidad jurídica. La Constitución peruana creó la de 1993 creó los contratos ley. Cuando se firma un contrato no puede ser modificado por una ley ni por disposiciones de ninguna clase. Eso da seguridad jurídica.
Tercero, competencia y eliminar monopolios estatales. Que no haya privilegios para nadie, ni siquiera para el mismo Estado. Cuarto, seguridad a la propiedad privada. Y quinto, apertura a la inversión extranjera, dar un mismo tratamiento a la inversión nacional y a la inversión extranjera, reintroducir los arbitrajes internacionales.
-¿Cuál es su análisis sobre la interrogante de reducir el número de asambleístas? ¿Teniendo menos asambleístas, el trabajo va a ser mejor, va a ser más positivo, más productivo para el Ecuador?
Lo más importante más que la cantidad es la calidad y lo que se debe modificar y que ojalá se lo pueda hacer algún momento es elevar el requisito para ser asambleísta. No podemos permitir que alguien con solo 18 años sea asambleísta.
Es igual que una, ninguno de ustedes si tienen que operarle del corazón, usted no va a escoger una persona cuyo único requisito sea tener 18 años. Y el problema es que los asambleístas cuando se equivocan terminan afectando a millones de personas. Necesitamos tener asambleístas que tengan como mínimo 10 años más, es decir, mínimo 28 años o 30 años para garantizar que tengan experiencia, porque para hacer las leyes se necesita experiencia.
La entrevista completa puede visualizarse en las plataformas digitales de Manavisión Plus.
