Ante las vías bloqueadas en Ibarra, los helicópteros militares y de bomberos se han convertido en la única alternativa para trasladar pacientes críticos, medicinas y sangre a las zonas aisladas. Los puentes aéreos son en algunos casos la diferencia entre la vida y la muerte.
Desde el 18 de septiembre de 2025, el paro nacional convocado por la CONAIE tras la eliminación del subsidio al diésel mantiene bloqueadas las principales vías del norte del Ecuador.
Vuelan para salvar vidas durante el paro
Uno de los traslados se registró en Ibarra. La Aviación del Ejército Ecuatoriano evacuó en helicóptero a un neonato en estado crítico hacia Quito. El bebé necesitaba atención inmediata y el bloqueo de la vía Panamericana lo condenaba a no llegar a tiempo. “La coordinación fue rápida y vital”, informaron fuentes militares. El traslado se realizó bajo estrictos protocolos médicos, mientras los padres miraban con angustia cómo la vida de su hijo dependía de ese vuelo.
En otro caso, el Hospital IESS Ibarra, en coordinación con el Cuerpo de Bomberos de Quito y el ECU-911, logró evacuar por aire a una menor con quemaduras graves. La familia, desesperada por los cierres viales, buscaba que los dejaran pasar por tierra, pero no fue posible. El viaje era riesgoso y enfrentaría muchos obstáculos por tierra, con riesgo de quedar atrapados en la protesta. El helicóptero marcó la diferencia.
La crisis también alcanzó a los bancos de sangre. Ante el riesgo de desabastecimiento, las Fuerzas Armadas y la Cruz Roja organizaron un puente aéreo para transportar pintas de sangre a Ibarra. Este recurso permitió realizar cirugías y transfusiones que, sin el abastecimiento, habrían terminado en tragedia.
Convoyes atacados y operaciones bajo riesgo
Al mismo tiempo, cuatro convoyes de alimentos y medicinas fueron enviados por tierra hacia comunidades aisladas. Sin embargo, las caravanas fueron atacadas por manifestantes en tramos estratégicos de la E35. En Cotacachi, militares reportaron 12 heridos y 17 retenidos tras un violento enfrentamiento. El gobierno denunció emboscadas y habló de “terrorismo”. Aun con los riesgos, las operaciones no se han detenido.
La Conaie por su parte dice que hay una represión desmedida del gobierno y denuncia el uso de armamento letal. Incluso denunció “el asesinato” del comunero Efraín Fuerez por parte de la fuerza pública.

Los helicópteros vuelan durante el paro
Las provincias de Imbabura, Carchi y la zona norte de Pichincha concentran los bloqueos más severos. La Panamericana Norte es escenario permanente de cierres.
El detonante fue el Decreto Ejecutivo 126 del presidente de Ecuador Daniel Noboa, que eliminó el subsidio al diésel tras 51 años de vigencia. El precio subió de 1,80 a 2,80 dólares por galón, generando protestas en al menos ocho provincias. El Gobierno defiende que el ahorro será de 1.100 millones de dólares anuales, destinados a bonos agrícolas y programas sociales.
La CONAIE, liderada por Marlon Vargas, rechaza la medida. “Es un paquete neoliberal que precariza la vida de los campesinos y transportistas”, aseguró. Exigen su derogatoria y denuncian represión estatal, con al menos un muerto, decenas de detenidos y heridos.
El Gobierno de Daniel Noboa, está firme en su postura. “Antes que ceder, prefiero morir”, dijo el mandatario hace pocos días. Enfatizó que el subsidio beneficiaba al contrabando de combustibles hacia Colombia y Perú, y que su eliminación permitirá invertir en sectores sociales.
El choque de discursos ha profundizado la tensión. Mientras la CONAIE habla de resistencia y violaciones a los derechos humanos, el Gobierno insiste en que las protestas tienen fines políticos y acusa a dirigentes de “terrorismo”.