El Gobierno de Daniel Noboa confirmó este domingo 19 de octubre que no se instalarán las mesas de diálogo con representantes del movimiento indígena en Imbabura, previstas para este lunes 20. La decisión se debe al incumplimiento de la tregua acordada, con vías bloqueadas y acciones violentas en al menos cuatro provincias: Imbabura, Loja, Carchi y Pichincha. El anuncio se dio a través de un comunicado oficial del Ejecutivo.
En el documento se señaló: “Las vías no han sido despejadas, los manifestantes no se han retirado y mantienen acciones violentas. No se ha cumplido lo acordado”. Las mesas de diálogo se pactaron el miércoles 15 de octubre entre el Gobierno y líderes indígenas de Imbabura. El acuerdo se logró tras una tregua temporal para desbloquear carreteras. Sin embargo, las comunidades indígenas rechazaron el acuerdo al día siguiente, 16 de octubre, y declararon que “el paro sigue”.
Gobierno de Noboa se pronunció en un comunicado
Esta posición la respaldó la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), convocante de las protestas desde el 22 de septiembre. Los líderes de la Conaie no participaron en las negociaciones con el Gobierno, lo que invalidó el pacto para el movimiento nacional. Las manifestaciones indígenas en Ecuador, que cumplen casi 30 días, iniciaron por el rechazo a la eliminación del subsidio al diésel. Dicha medida la impulsó el Gobierno para reducir el déficit fiscal.
Posteriormente, la Conaie amplió las demandas, entre ellas, reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en tres puntos hasta el 12%. También se solicitó la liberación de detenidos durante las protestas y oponerse al referéndum del 16 de noviembre. Este referéndum, impulsado por el presidente Noboa, incluye preguntas sobre seguridad, extradición de narcotraficantes y la instalación de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución.
Enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública
El Gobierno ha calificado las protestas como “políticas” por su rechazo explícito a esta consulta popular. Este domingo 19 de octubre, los bloqueos viales persistieron en las cuatro provincias mencionadas. En Pichincha, a la altura de San Miguel del Común, en el norte de Quito, se registraron enfrentamientos entre supuestos manifestantes y la fuerza pública. Allí se usaron gases lacrimógenos y barricadas. En Imbabura, las vías permanecieron cerradas, afectando el transporte de alimentos y combustibles.
Las protestas focalizadas han impactado la economía ecuatoriana, con pérdidas estimadas en millones de dólares por la paralización de comercio y logística. Según datos del Ministerio de Transporte, al menos 200 puntos de control vial han sido bloqueados desde el inicio del paro, generando escasez en varias regiones. El contexto de estas movilizaciones se enmarca en una historia de tensiones entre el Gobierno y el movimiento indígena.
En 2019, protestas similares por el alza del precio del combustible paralizaron el país durante once días, llevando a la derogatoria del decreto. La Conaie, con más de 15 años de liderazgo en demandas territoriales y económicas, ha convocado paros en 2022 y 2023 contra reformas laborales y mineras. Hasta el momento, el Gobierno no ha anunciado nuevas fechas para diálogos.
