Una nueva iniciativa ambiental transformó residuos marinos en movilidad sostenible. Dos bicicletas fabricadas con plástico reciclado fueron entregadas a comunidades pesqueras de Galápagos y Guayaquil, en un proyecto que une a organizaciones ambientales, empresas ecuatorianas y voluntarios que trabajan en la conservación del ecosistema costero.
Del mar a las ruedas
El 17 de noviembre, en el Día Mundial de la Pesca, la Corporación de Organizaciones Pesqueras Artesanales de Galápagos (CORPAG) recibió una bicicleta elaborada con plástico recolectado en jornadas comunitarias de limpieza.
Esto es parte de un compromiso con el cuidado de los océanos y la biodiversidad marina, de NIRSA y Fundación TUNACONS, en alianza con LATAM Airlines y
DHL.
La iniciativa forma parte del programa Cuidando Galápagos, que este año retiró más de 2.550 kilos de desechos del archipiélago. El proyecto cierra el ciclo al transformar residuos en un medio de transporte ecológico, promoviendo la economía circular y una cultura ambiental activa en las islas.
Las bicicletas fueron creadas por la empresa ecuatoriana Re-Cicletas, especializada en reutilizar materiales plásticos como insumo para nuevas soluciones de movilidad.
Guayaquil también transforma sus desechos
La iniciativa se extendió a Guayaquil como apoyo al programa Pescando Plásticos. El programa trabaja junto a pescadores de la Federación Nacional de Cooperativas Pesqueras Artesanales del Ecuador (FENACOPEC).
En esta zona, el esfuerzo comunitario permitió retirar 73 toneladas de basura del golfo en lo que va del año, una contribución clave para proteger el manglar, la fauna y el ecosistema costero.
Otra bicicleta elaborada con residuos recuperados se entregada a pescadores que colaboran en este trabajo de limpieza continua.
Una red de alianzas ambientales
El traslado y manejo del material reciclado contó con el apoyo de LATAM Airlines, a través de su Programa Avión Solidario, y de DHL. Sin embargo, el protagonismo recae en el tejido de organizaciones, comunidades y empresas locales —incluida Re-Cicletas— que han permitido consolidar un modelo colaborativo de sostenibilidad.
Representantes de los proyectos recuerdan que estas acciones no se limitan a retirar basura: buscan fortalecer la participación de las comunidades pesqueras. También quieren fomentar decisiones que reduzcan la contaminación por plásticos en el largo plazo.
Más que una bicicleta: un símbolo de futuro sostenible
Para las organizaciones impulsoras, estas bicicletas representan un mensaje claro: la conservación marina requiere la participación de todos. Las jornadas de limpieza, la transformación de residuos y la movilidad sostenible son parte de un mismo objetivo. Se busca proteger los océanos y apoyar el desarrollo de quienes dependen directamente de ellos.
