El adelanto masivo de compras navideñas durante el Black Friday está generando un pico de gasto que vacía bolsillos en noviembre y golpea con fuerza en enero. Expertos advierten que, detrás de las ofertas, crece también el riesgo de sobreendeudamiento, especialmente entre jóvenes y familias con ingresos ajustados.
El efecto noviembre: más compras, menos margen
El Black Friday ya no es solo un día de descuentos: es un maratón de promociones que dura semanas. Y ese adelanto del consumo tiene un efecto directo.
Las familias compran antes de tiempo, gastan más de lo previsto y enero llega con frenazo, explica José Manuel Corrales, profesor de Economía de la Universidad Europea.
“No es un colapso, es un desplazamiento temporal del gasto”, afirma. El problema ocurre cuando ese adelantamiento no estaba previsto en el presupuesto, lo que empuja a muchos a recurrir al crédito.
Online, impulsivo y financiado: el cóctel perfecto
El patrón es claro: lo más intenso ocurre en las compras online. Allí el clic rápido, las notificaciones de descuentos y el crédito inmediato crean el ambiente perfecto para la compra impulsiva.
Las categorías más sensibles son siempre las mismas:
Electrónica y moda, que concentran los mayores picos de ventas y donde el precio promedio es más alto.
Y a mayor precio, dice Corrales, “más probabilidad de financiación y mayor riesgo de sobreendeudamiento si no se controla el esfuerzo mensual”.
Quiénes están en mayor riesgo
Los perfiles más vulnerables de esta temporada son:
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Jóvenes que compran con pagos a plazos.
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Hogares de rentas bajas con ingresos inestables.
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Familias con hipoteca o alquiler alto, que ya tienen el presupuesto comprometido.
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Consumidores que llegan a la campaña sin colchón de ahorro por efecto de la inflación.
Muchos compran por miedo a “perder la oferta”, pero el riesgo aparece cuando las promociones se transforman en cuotas encadenadas sin medir su impacto acumulado.
Las tres reglas que te dicen si te estás endeudando de más
Corrales propone tres métricas simples —y poderosas— para evaluar si las compras del Black Friday están desajustando tus finanzas:
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El total de deudas mensuales no debe superar el 35% del ingreso neto.
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Los gastos financiados deben representar menos del 15% del gasto total del mes.
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Debe existir un colchón de liquidez equivalente a tres meses de gastos.
Si alguna de estos puntos no cuadra o se deteriora, dice el experto, es señal de ajustar de inmediato.
Cómo evitar la “cuesta de enero”
La planificación es la herramienta más subestimada en un mes lleno de promociones. Fijar un tope de gasto previo al Black Friday, revisar el presupuesto y distinguir capricho de necesidad puede evitar problemas posteriores.
“Disfrutar de las ofertas es compatible con la salud financiera si se gasta menos de lo que se ingresa y se mide el coste por uso”, recalca Corrales.
Con reglas claras, añade, el temido enero deja de ser una cuesta empinada.
Las ofertas atraen, pero la planificación protege
El Black Friday seguirá creciendo, pero también lo hará el crédito fácil. Por eso los economistas recomiendan prepararse: el reto no es evitar las ofertas, es aprender a controlarlas.
Con decisiones informadas y límites claros, el mes más comercial del año no tiene por qué convertirse en la factura más pesada de enero.
