El robot Da Vinci, desarrollado por Intuitive Surgical, es un sistema de cirugía robótica diseñado para realizar procedimientos mínimamente invasivos con una precisión sin precedentes. Este avanzado equipo, aprobado por la FDA en 2000, permite a los cirujanos ejecutar operaciones complejas a través de pequeñas incisiones, utilizando brazos robóticos controlados desde una consola que ofrece una visión tridimensional de alta definición. Su función principal es asistir a los cirujanos en procedimientos de especialidades como urología, ginecología, cardiología y cirugía general, mejorando la precisión y el control en intervenciones como prostatectomías, histerectomías y reparaciones de válvulas cardíacas.
El empleo del Da Vinci requiere que el cirujano, sentado en una consola ergonómica, manipule los brazos robóticos mediante controles manuales y pedales, mientras observa el campo quirúrgico ampliado hasta 10 veces. Los instrumentos EndoWrist, que imitan los movimientos de la muñeca humana con mayor flexibilidad, permiten realizar cortes, suturas y maniobras en espacios reducidos con una destreza que supera las capacidades de la mano humana. Un segundo cirujano en la sala asegura la correcta colocación de los instrumentos, garantizando la seguridad del procedimiento.
¿Cuál es el costo del robot Da Vinci?
El costo del sistema Da Vinci, implementado por el IESS, es elevado, con un precio inicial que oscila entre 1.4 y 2.1 millones de dólares, además de un mantenimiento anual de aproximadamente 150,000 dólares y costos adicionales por instrumentos desechables, que promedian 1,500 dólares por caso. A pesar de su alto costo, su adopción sigue creciendo, con más de 3 millones de procedimientos realizados globalmente.
Entre las ventajas de su uso destacan la reducción de incisiones, lo que minimiza el trauma tisular, el dolor postoperatorio y el riesgo de infecciones. Los pacientes experimentan recuperaciones más rápidas, estancias hospitalarias más cortas (hasta un 50% menos) y menos complicaciones, como sangrado o daño a tejidos circundantes. Además, la visión magnificada y la precisión robótica permiten mejores resultados en procedimientos complejos, como la extirpación de tumores o la reconstrucción anatómica, elevando la calidad de vida de los pacientes. A pesar de críticas sobre su costo y la necesidad de estudios a largo plazo, el Da Vinci está redefiniendo el estándar de la cirugía moderna, consolidándose como una herramienta revolucionaria en el quirófano.