La mañana de este viernes 12 de diciembre, el analista económico y director del Instituto de Economía de la Universidad San Francisco de Quito, Pablo Lucio Paredes, ofreció una lectura profunda sobre los desafíos estructurales que enfrenta el Ecuador. Durante su participación en el espacio de entrevistas de Manavisión Plus, el experto desglosó la problemática del sector eléctrico, haciendo énfasis en la falta de previsión estatal. Según su análisis, la crisis vivida el año pasado no fue un hecho fortuito, sino la consecuencia de una desconexión entre el crecimiento de la demanda y la estancada inversión en la oferta de generación.
Para el exasambleísta constituyente, la matemática detrás de la energía es clara y no admite improvisaciones. Explicó que, si la economía o la población crecen, es imperativo que la infraestructura eléctrica lo haga al mismo ritmo o incluso superior. Pablo Lucio Paredes ilustró este escenario con una proyección alarmante pero realista: “Si la demanda cada año llega a crecer 5 por ciento al año, quiere decir que en 10 años tú necesitas alrededor de 60 por ciento de crecimiento de la oferta, porque es un factor compuesto”. Esta declaración subraya que la construcción de soluciones energéticas no puede ser reactiva; requiere anticipar factores y ejecutar obras que, por su naturaleza, toman mucho tiempo en materializarse.
El riesgo de la dependencia hidroeléctrica y la geografía
Uno de los puntos más críticos abordados por el especialista fue la vulnerabilidad de la matriz energética ecuatoriana. Si bien reconoció que la dependencia de la hidroelectricidad es positiva desde un punto de vista técnico y de costos operativos, advirtió que conlleva un peligro inherente: la dependencia de los factores climáticos. Ecuador, al apostar casi todo a la fuerza del agua, corre el riesgo de paralizarse cuando la naturaleza no juega a su favor, como se evidenció en los periodos de estiaje que golpearon la economía nacional recientemente.
Profundizando en la geografía del problema, Pablo Lucio Paredes señaló un defecto estratégico en la ubicación de las centrales. “Un problema en el Ecuador es que la mayor parte de centrales hidroeléctricas están en la vertiente oriental de la cordillera”, explicó. Esto significa que todo el sistema es susceptible al mismo patrón climático de esa región específica. La solución propuesta por el economista pasa por una urgente diversificación geográfica, buscando aprovechar la vertiente occidental. Aunque admitió que “no es tan fácil porque tenemos más ríos que van al lado oriental”, insistió en que equilibrar la generación entre ambas vertientes es la única vía para depender menos de las variaciones climáticas locales.
Liberalización total de la importación de combustibles
En otro segmento de la entrevista, el analista abordó la reciente coyuntura sobre los precios de los derivados del petróleo. Aprovechando que el país ha avanzado hacia un esquema donde los precios se establecen en función de los valores internacionales, Pablo Lucio Paredes lanzó una propuesta audaz para el mercado de hidrocarburos: retirar a la estatal petrolera del monopolio de la importación. Su postura sugiere que Petroecuador debe dejar de ser el actor central que controla el flujo de combustibles hacia el país.
El argumento del director del Instituto de Economía de la USFQ se basa en la eficiencia del libre mercado. “Que deje libremente que cualquier persona, empresa o quien sea que quiera importar combustibles para sí mismo o para venderlo pueda hacerlo libremente”, sentenció. Según su visión, la entrada de actores privados en la cadena de importación generaría una competencia virtuosa que beneficiaría directamente al consumidor final. Pablo Lucio Paredes se mostró seguro de que, bajo este modelo, la gente conseguiría “mejores precios, mejor calidad y lo haría de manera más eficiente“, marcando una ruta clara hacia la modernización del sector.
La impunidad judicial como motor de la violencia
Finalmente, el diálogo giró hacia la crisis de inseguridad, un tema que el economista vinculó directamente con las fallas del sistema judicial. Pablo Lucio Paredes fue contundente al criticar la liberación de criminales de alta peligrosidad, calificando a estos “nuevos mafiosos” liberados como el principal problema del Ecuador actual. Para él, el combate a la delincuencia tiene dos frentes: el terreno operativo y los tribunales. Sin embargo, advirtió que “si no les sancionas, todo el esfuerzo no sirve de nada“, haciendo referencia a la frustración de ver cómo el trabajo policial se diluye en los juzgados.
El especialista reconoció la complejidad de intervenir en la justicia sin vulnerar su independencia, pero fue enfático en que la situación actual es insostenible, especialmente en la Costa, donde la inseguridad es “un tema muy grave”. Pablo Lucio Paredes sugirió que deben existir mecanismos, basados en experiencias internacionales, para analizar y sancionar a los jueces que actúan por interés o temor. “No se puede dejar que los jueces tomen las decisiones que se les ocurre”, concluyó, llamando a encontrar un equilibrio que garantice tanto el debido proceso como la certeza de la sanción para quienes amenazan la paz ciudadana.
