El Gobierno incorporó más de 860 MW de nueva potencia y recuperación de unidades térmicas en un período de dos años. El proceso se aplicó tras una operación estratégica de emergencia impulsada por el Ejecutivo durante 2023 y 2024, cuando el país enfrentó la peor sequía histórica.
La medida se ejecutó en el Sistema Nacional Interconectado (SNI) con el objetivo de reforzar el abastecimiento en Ecuador y mantener la oferta en condiciones sostenibles de operación.
Diagnóstico del sistema en 2023
El país entró en 2023 con oferta estancada, limitada a los proyectos Sarapullo, Minas de Huascachaca y Ulba. El incremento sumó solo 104,3 MW, sin impacto en la estructura general del sistema. Los embalses registraron niveles cercanos al 30%, mientras que el parque térmico operó con indisponibilidad alta por falta de mantenimiento y equipos siniestrados. Este contexto generó un escenario de tensión operativa con riesgo de interrupciones prolongadas.
Además, el país enfrentó eventos climáticos severos que redujeron caudales en los principales complejos hidroeléctricos. Esta situación exigió acciones emergentes para mitigar el consumo rápido de los reservorios y sostener la demanda nacional.
Plan de refuerzo y nueva capacidad operativa
El Gobierno inició procesos urgentes para elevar la potencia disponible en 182,4 MW durante 2023. Los refuerzos priorizaron tecnología térmica por su rápida incorporación. Las acciones permitieron estabilizar la operación en la fase crítica. En paralelo, se recuperaron unidades siniestradas, se realizó mantenimiento mayor y se amplió capacidad en centrales clave.
Incremento sostenido en generación
La consolidación se percibió en 2024, cuando se incorporaron nuevos proyectos que sumaron 440 MW adicionales. Con estos avances, el sistema contabilizó un refuerzo total mayor a 860 MW, incluyendo 239,6 MW de recuperación de equipos térmicos. Resaltan la intervención en Trinitaria y la obra mayor en Sopladora U2, que devolverá 162,3 MW al sistema.
Estos resultados fortalecen la generación firme, reducen vulnerabilidad ante sequías y elevan la seguridad operativa del SNI.
Embalses con niveles récord en 2025
El almacenamiento mejoró por la combinación de nueva generación y decisiones de despacho. La cadena Paute–Mazar registra niveles del 98% de su capacidad en 2025. También muestran condiciones favorables Pisayambo, Daniel Palacios y Marcel Laniado. Estos valores garantizan respuesta frente a eventuales eventos climáticos adversos.
Avances sostenidos en transmisión eléctrica
El Sistema Nacional de Transmisión contabiliza inversiones por
116 millones en ampliaciones y modernización, además de
63,29 millones para reposición prioritaria. Adicionalmente,
140,19 millones se destinan a fortalecer el sector acuícola con financiamiento CAF y 69,55 millones para proyectos de confiabilidad financiados mediante tarifa.
Un sistema más robusto y preparado
La combinación de más potencia disponible, recuperación técnica, embalses altos y modernización de redes sostiene la operación con mayor estabilidad. El país opera hoy con:
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Mayor generación firme
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Parque térmico rehabilitado
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Reservorios con valores históricos
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Planeación estratégica de abastecimiento
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Infraestructura en expansión
Estas condiciones permiten atender crecimiento productivo, sostener seguridad energética y enfrentar eventual estiaje con mayor resiliencia.
