La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) inspeccionó una farmacia en Cuenca, el lunes 24 de noviembre de 2025, y detectó más de 300 medicamentos caducados que se vendían al público, lo que motivó la clausura del establecimiento porque representaba un riesgo para la salud.
Situación sanitaria detectada
Arcsa halló 311 productos vencidos durante la inspección. También verificó que algunas fechas se alteraron con el fin de extender la vida útil de antigripales, bálsamos, suplementos y productos inhalados. La venta de estos medicamentos afecta la estabilidad química de sus componentes. Estos cambios pueden provocar reacciones adversas en la piel y las vías respiratorias.
La detección ocurrió dentro de un operativo de control que se realiza de forma periódica en Cuenca y otras ciudades. Los técnicos verificaron inventario, etiquetas y envases. Todos los productos irregulares quedaron inmovilizados y el negocio fue clausurado.
Los inspectores también iniciaron el proceso administrativo sancionador. Este trámite avanza con base en las normas de la Ley Orgánica de Salud. Las multas pueden llegar a diez salarios básicos unificados.
Impacto para grupos vulnerables
Los medicamentos vencidos generan un riesgo sanitario directo. Niños, adultos mayores y personas con problemas respiratorios pueden presentar reacciones alérgicas y efectos tóxicos. La perdida de eficacia también impide que los tratamientos tengan el efecto esperado.
Arcsa señaló que la venta de medicamentos alterados afecta la confianza del consumidor. La ciudadanía depende de farmacias con controles seguros. Por eso busca que la venta de productos farmacéuticos sea transparente.
Durante los operativos se revisan factores como almacenamiento, registro, caducidad y manipulación de fechas. La inspección es parte de una estrategia nacional de control sanitario.
Medidas aplicadas por la autoridad
La farmacia debe enfrentar la clausura temporal mientras avanza el proceso administrativo. Si la infracción se confirma, el negocio pagará multas económicas. El cumplimiento estricto de la norma evita que los establecimientos repitan estas prácticas.
Arcsa mantiene un sistema de vigilancia permanente. Los operativos se realizan durante todo el año para evitar que medicamentos alterados lleguen al público. El control también cubre tiendas, laboratorios y distribuidores. Las inspecciones fortalecen la seguridad sanitaria en Ecuador y mejoran la protección al consumidor. Arcsa recomienda que los usuarios revisen fechas y exijan comprobantes de compra.
Este caso demuestra la importancia del control sanitario en el sector farmacéutico. La presencia de productos vencidos, con fechas alteradas, y el comercio sin garantías representa un serio riesgo. Arcsa continuará con operativos para asegurar inventarios correctos y entornos seguros para la población en Cuenca y otras ciudades del país.
