Dos sismos se registraron en la Amazonía ecuatoriana este jueves 25 de septiembre de 2025, con epicentro en Pastaza y Morona Santiago, según el Instituto Geofísico, que no reportó daños.
Movimientos registrados en Pastaza y Morona Santiago
El primer sismo se produjo a las 16:59 y tuvo una magnitud de 4,0 con profundidad de 181 km, localizado a 56,16 km de Macas, en Morona Santiago. Posteriormente, a las 18:40, un segundo temblor de 3,8 grados y 176 km de profundidad se reportó a 14,98 km de Puyo, en Pastaza.
De acuerdo con la información oficial, ambos eventos fueron profundos y no generaron reportes de percepción entre la población. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos tampoco registró incidentes relacionados con los movimientos telúricos.
Los registros se dieron apenas una semana después de un enjambre sísmico en la provincia de Manabí, en la costa del país.
Ecuador en el Cinturón de Fuego
Ecuador se encuentra dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, un área caracterizada por intensa actividad sísmica y volcánica debido a la interacción de placas tectónicas. La ubicación del país lo hace vulnerable a movimientos telúricos frecuentes de distinta magnitud.
El Instituto Geofísico mantiene un sistema de monitoreo en tiempo real que permite dar seguimiento a eventos de este tipo en todas las regiones. La entidad recordó que los sismos de gran profundidad, como los ocurridos en Pastaza y Morona Santiago, suelen ser menos perceptibles.
Estos temblores forman parte de la dinámica natural de la zona andino-amazónica, que incluye procesos de subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana.
Prevención y monitoreo constante
Autoridades de gestión de riesgos reiteraron la importancia de contar con planes familiares de emergencia y mantenerse atentos a los comunicados oficiales. Aunque los sismos reportados no provocaron daños, la preparación ciudadana es clave en un país altamente expuesto a estos fenómenos.
En Ecuador, el Instituto Geofísico publica reportes actualizados a través de sus canales digitales y redes sociales, lo que permite a la ciudadanía conocer en tiempo real los detalles de los movimientos telúricos.
Los especialistas insisten en que la educación sísmica y los simulacros periódicos ayudan a reducir la vulnerabilidad frente a emergencias.