Uno de los grupos que componen las enfermedades catastróficas más afectados por la falta de medicinas son los pacientes renales. Así lo confirma la paciente renal Gaby Álvaro.
Ella cuenta que tiene compañeros que hace casi año y medio están recibiendo dos diálisis por semana, cuando lo normal es que sean tres, con duraciones que oscilan entre las tres y cinco horas. “La gente de Vinces (provincia de Los Ríos) está desesperada, tienen que comprar sus insumos. De Vinces ya han fallecido tres personas por mala diálisis, por mala terapia. No sabemos cómo hacer para que nuestras autoridades nos escuchen”, comentó Álvaro a El Diario.
En una comunicación publicada en las redes sociales de la Unidad de Hemodiálisis de Los Ríos, se informó que hay escasez de los kits para las diálisis para pacientes renales, ya que ni los proveedores tienen. “Hacemos un llamado urgente a las autoridades para que intervengan de inmediato y garanticen la disponibilidad de los kits de diálisis necesarios para los pacientes”, señala el texto del 9 de diciembre.
Pacientes renales en espera de medicinas
Sin embargo, según explica Álvaro, esa no es la única problemática, ya que la mayoría de los pacientes renales tienen diabetes, por lo que la insulina, que es vital para ellos, tampoco hay en el país. “Además, necesitamos un medicamento carísimo que se llama Sevelamero para bajar niveles de fósforo, y la caja para 15 días cuesta 60 dólares. Hay personas que no lo están tomando. Tampoco hay antihipertensivos o inmunosupresores”, advierte.
Ella enfatiza que en el país se priorizan muchas cosas, menos la salud. “En el país somos casi 20.000 pacientes renales. Creo que solo somos un número para nuestros gobernantes. Desde junio he enviado documentos a la Asamblea para que me reciban, pero no me dan audiencia”, comenta.
Crisis profunda
Pero al parecer la crisis es generalizada, no tan solo en pacientes crónicos. Una fuente que pide el anonimato confirma que un familiar con problemas de fractura, tuvo inconvenientes porque no hay insumos ni medicinas, y menos, prótesis y clavos para cirugías en los hospitales del Ministerio de Salud Pública (MSP).
En hospitales del IESS, se vive una realidad similar. Una fuente cuenta que tuvo a su papá enfermo hace unas tres semanas y le mandaron a comprar el equipo para ponerle un suero, y ketorolaco. Según el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Santiago Carrasco, todos estos problemas son una “bomba de tiempo” para el régimen.
“La situación de la salud está agónica, hemos tocado fondo (…) Son problemas que van a explotar”, dice. Recuerda que se destruyó la estructura epidemiológica del Ministerio de Salud y de la seguridad social, al despedir a los profesionales encargados de estas áreas, las personas con enfermedades emergentes y vectoriales quedaron desprotegidas.
También dice que se criminalizó la práctica médica y elevó los costos de atención. “Se impuso un modelo hospitalario centrado solo en lo curativo, abandonando la prevención y la atención primaria”,acota. “Hoy vemos más de 15.000 cirugías represadas en el Ministerio de Salud y más de 12.000 en el IESS. Además, tras la agresiva persecución a los maestros de la medicina ecuatoriana, se perdió gran parte de la memoria médica del país”, añade.
No hay respuesta oficial
El Diario ha solicitado varias veces información sobre el abastecimiento de insumos y medicinas en hospitales del MSP y del IESS en Manabí. En el primero, la respuesta es que la compra centralizada se maneja desde Quito, y en el IESS, los pedidos mediante correo electrónico no han recibido respuesta.
Pese a la difícil situación, la esperanza es lo último que se pierde en los pacientes renales. Desde el pasado 25 de noviembre corren los 60 días de plazo que otorgó un fallo judicial al Estado para la entrega inmediata de 69 medicamentos esenciales. El fallo ya había sido emitido en 2022, pero fue ratificado por una sala penal de la Corte Provincial del Guayas.
Rogelio Valencia, abogado que acompaña a las organizaciones, explicó que la sentencia reafirma el derecho constitucional de los pacientes a acceder a tratamientos oportunos. Sin embargo, recordó que, pese a la orden inicial del 12 de mayo de 2022, el Estado no ha garantizado la provisión de medicamentos durante más de tres años, por lo que la crisis lejos de mejorar ha empeorado.
