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Ecuador se suma a la lista regional de países afectados por la plaga Fusarium Raza 4 que afecta a plantaciones de musáceas


La confirmación oficial llegó el pasado 18 de diciembre de 2025, marcando un punto de inflexión para la industria agrícola ecuatoriana. La Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) informó que el hongo Fusarium Raza 4 ha sido detectado en una finca bananera de la provincia de El Oro. Con este anuncio, Ecuador se convierte oficialmente en el cuarto país de Sudamérica en reportar la presencia de este patógeno, uniéndose a la lista que ya integraban Colombia, Perú y Venezuela, lo que ha encendido las alarmas en todo el sector agroexportador del continente.

La detección en territorio ecuatoriano se produjo tras rigurosos análisis de laboratorio que confirmaron el brote en un área específica que ya se encuentra bajo un estricto cerco epidemiológico. El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) reaccionó de inmediato declarando la emergencia fitosanitaria nacional por un periodo inicial de seis meses. Esta medida busca blindar el resto de las plantaciones del país y evitar que la plaga se propague hacia otras zonas productoras de musáceas, garantizando la continuidad de las exportaciones bananeras, que representan un pilar fundamental para la economía nacional.

El recorrido regional de una amenaza silenciosa ante el Fusarium Raza 4

Ecuador sigue los pasos de sus vecinos regionales en una cronología que comenzó hace seis años. El primer país sudamericano en enfrentar al Fusarium Raza 4 fue Colombia en 2019, específicamente en el departamento de La Guajira, donde se implementaron protocolos de contención agresivos para evitar que el hongo cruzara hacia las zonas bananeras del Magdalena. A pesar de los esfuerzos, la dispersión geográfica de la plaga demostró que el patógeno puede viajar largas distancias a través de maquinaria, calzado y material vegetal infectado, desafiando las fronteras nacionales.

Dos años después, en abril de 2021, Perú notificó su primer foco en la región de Piura, afectando principalmente a las plantaciones de banano orgánico. Más recientemente, en enero de 2023, Venezuela reportó la presencia del hongo en los estados de Aragua, Carabobo y Cojedes. La llegada de la plaga a Ecuador representa un desafío mayor, dado que el país es el primer exportador mundial de banano. La comunidad internacional observa con detenimiento cómo el gobierno ecuatoriano gestiona esta crisis, que pone en riesgo el sustento económico de miles de familias que dependen de la agricultura.

La peligrosidad biológica del hongo Fusarium Raza 4

El temor que genera el Fusarium Raza 4 en el ámbito agrícola no es infundado; se trata de uno de los patógenos más destructivos en la historia de la botánica moderna. Este hongo habita en el suelo y ataca directamente el sistema vascular de las plantas de banano y plátano, impidiendo el transporte de agua y nutrientes, lo que finalmente causa la marchitez total del espécimen. Lo más alarmante es su capacidad de supervivencia, ya que el hongo puede permanecer latente en la tierra por más de 30 años, haciendo que los terrenos afectados sean inutilizables para el cultivo de musáceas por décadas.

A diferencia de otras plagas, el Fusarium Raza 4 tiene la capacidad de aniquilar la variedad Cavendish, que es el tipo de banano que domina el mercado mundial y representa la mayor parte de las plantaciones en Ecuador. Durante el siglo XX, una raza anterior de este hongo ya exterminó la variedad Gros Michel, obligando a la industria a cambiar radicalmente sus cultivos. Hoy, la falta de una cura química efectiva convierte a la bioseguridad en la única barrera real para evitar una catástrofe productiva que podría dejar desabastecidos los mercados internacionales en pocos años.

Blindaje y protocolos de bioseguridad en Ecuador

Ante la confirmación del foco en El Oro, el Ministerio de Agricultura ha implementado un plan de “blindaje” basado en protocolos técnicos de alta rigurosidad. La medida principal consiste en la desinfección obligatoria de todo vehículo y persona que ingrese a las zonas productoras mediante el uso de amonio cuaternario en arcos de aspersión y pediluvios. Estas estaciones de desinfección son cruciales, ya que el Fusarium Raza 4 se transporta principalmente en partículas minúsculas de suelo adheridas a las llantas de los camiones o en las suelas de los zapatos de los trabajadores.

Asimismo, se ha restringido totalmente el movimiento de material vegetal (colinos, hijuelos o restos de plantas) desde la finca afectada hacia cualquier otro punto del país. Los productores han sido instruidos para establecer una zona de exclusión clara, donde solo personal autorizado con vestimenta específica pueda transitar. El uso de herramientas exclusivas para cada lote y la prohibición de compartir maquinaria entre fincas son ahora normas estrictas bajo vigilancia de Agrocalidad, con el fin de contener el hongo en su punto de origen y mitigar el impacto ambiental.

Capacitación y vigilancia fitosanitaria permanente

El éxito de la contención del Fusarium Raza 4 depende en gran medida de la detección temprana, por lo que el gobierno ha intensificado la capacitación de más de 20.000 productores y trabajadores rurales. El objetivo es que cada agricultor sea capaz de identificar los síntomas iniciales, como el amarillamiento de las hojas viejas y el colapso del pecíolo, para reportarlo inmediatamente a las autoridades a través de los canales oficiales. Esta vigilancia participativa se complementa con monitoreos aéreos y toma de muestras de suelo constantes por parte de técnicos especializados en biología molecular.

Además de las acciones en campo, se han reforzado los controles en los puertos y aeropuertos del país. Los contenedores destinados a la exportación deben pasar por procesos de limpieza profunda, y se ha prohibido el ingreso de productos agropecuarios de riesgo por parte de viajeros internacionales. La estrategia ecuatoriana busca no solo controlar la expansión interna del Fusarium Raza 4, sino también mantener la confianza de los compradores externos, asegurando que la fruta que sale del país cumple con los más altos estándares de inocuidad fitosanitaria y calidad global.

El impacto económico y el futuro del sector en torno al Fusarium Raza 4

Para Ecuador, la presencia de esta plaga no es solo un problema agrícola, sino una amenaza a su estabilidad macroeconómica. El banano es el principal producto de exportación no petrolera del país, generando miles de millones de dólares anuales en divisas. Por ello, el gobierno está trabajando de la mano con el clúster bananero y organismos internacionales como la FAO para buscar variedades de musáceas que presenten resistencia genética al hongo. Esta investigación científica es la esperanza a largo plazo para una industria que hoy se enfrenta a su desafío más difícil.

En conclusión, aunque Ecuador es ahora el cuarto país sudamericano afectado por el Fusarium Raza 4, la rapidez de la respuesta estatal y la disciplina del sector privado ofrecen un panorama de resistencia controlada. La implementación de protocolos de bioseguridad estrictos y la concienciación colectiva son las herramientas que permitirán al país navegar esta emergencia. El futuro del banano ecuatoriano depende de la capacidad de todos los actores de la cadena productiva para actuar con rigor técnico y responsabilidad frente a esta amenaza invisible pero devastadora.

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