El Ministerio de Economía y Finanzas obtuvo 300 millones del Banco Interamericano de Desarrollo el 25 de noviembre de 2024, en Ecuador, para fortalecer el sistema eléctrico nacional, debido a la necesidad de modernizar redes, ampliar la cobertura y asegurar un servicio más eficiente.
Impulso nacional a la red eléctrica
El programa financiará obras de transmisión, distribución y expansión del acceso a la energía eléctrica. El Gobierno fijó como meta mejorar la calidad del servicio y ampliar la capacidad operativa del sistema. Además, prioriza la integración de tecnologías que eleven la seguridad y permitan una gestión moderna en los centros de control.
El plan incorpora la actualización de subestaciones y equipos de supervisión en varias provincias. También incorpora herramientas digitales para monitorear fallas y optimizar el uso de recursos. Estas acciones fortalecen la estabilidad de la red y mejoran la atención al usuario.
Con estas inversiones, las autoridades buscan atender zonas con crecimiento urbano acelerado y evitar retrasos en obras estratégicas. Asimismo, aspiran a impulsar el desarrollo de nuevos proyectos que eleven la producción energética.
Enfoque en territorios amazónicos
El financiamiento destaca por su impacto en la Amazonía. Más de 5.600 hogares podrán integrarse al servicio hacia 2031 con nuevas redes de distribución. Además, se ampliará la cobertura en comunidades rurales y urbano-marginales con dificultades históricas de acceso.
Las obras permitirán una conexión más estable y facilidades para el desarrollo de actividades productivas locales. También incluyen soluciones técnicas para disminuir interrupciones en sectores con alta vulnerabilidad climática. Este componente se articula con la iniciativa Amazonía Siempre del Grupo BID, que impulsa acciones para mejorar la calidad de vida, proteger bosques y promover un desarrollo sostenible.
Modernización de líneas y subestaciones
El programa repotenciará 700 km de líneas de transmisión mediante conductores avanzados. Así mejora la capacidad del sistema y facilita la integración de generación renovable. Además, permite disminuir pérdidas técnicas y elevar la eficiencia operativa.
El plan incluye la modernización de centros de control de distribución, con énfasis en la gestión de energía en zonas insulares.
Entre ellas destaca San Cristóbal, en las Islas Galápagos, donde se integrarán recursos distribuidos para optimizar la operación local. Con estas medidas, el país avanza hacia una infraestructura más robusta, capaz de soportar mayor demanda eléctrica y nuevos proyectos de generación limpia.
Condiciones financieras y metas ambientales
El financiamiento combina 270 millones de Capital Ordinario del BID con un plazo de 22,5 años y un período de gracia de 8 años. La tasa será variable con base en SOFR. Además, incluye 30 millones del Fondo de Tecnología Limpia, con tasa del 1,19% y plazo de 20 años.
El plan proyecta una reducción de 1,3 millones de toneladas de CO₂, ya que disminuirá el uso de combustibles fósiles en la operación del sistema. Con este respaldo internacional, Ecuador avanza con una estrategia energética moderna, eficiente y orientada al desarrollo sostenible.
