Este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha clave para la reflexión y la acción. En este contexto, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) ha hecho públicas cifras nacionales que buscan visibilizar una problemática estructural.
Según la entidad, la información estadística no solo evidencia la magnitud del problema y sus impactos en la sociedad, sino que es fundamental para orientar acciones efectivas y transformar esta realidad, bajo la premisa de que medir la violencia es el primer paso para erradicarla.
La violencia psicológica contra la mujer: una herida invisible pero masiva
De acuerdo con los datos presentados, la modalidad más frecuente es la violencia psicológica. El INEC define este tipo de agresión como cualquier acto que cause perturbación emocional, alteración psicológica o disminución de la autoestima de la mujer. Esta categoría incluye conductas destructivas como el descrédito, el menosprecio a la dignidad personal, los insultos, las amenazas y las humillaciones constantes.
Las cifras son contundentes: 57 de cada 100 mujeres en Ecuador (56,9%) han experimentado algún tipo de violencia contra las mujeres en el ámbito psicológico a lo largo de su vida. Este dato resalta cómo el maltrato emocional y verbal está profundamente arraigado en las dinámicas sociales y familiares.
Violencia gineco-obstétrica: el abuso en el sistema de salud
Un dato que cobra especial relevancia es el relacionado con la violencia gineco-obstétrica, una forma de abuso que ocurre dentro del sistema sanitario. Se conceptualiza como la apropiación del cuerpo y de los procesos reproductivos de las mujeres por parte del personal de salud.
Esta violencia se manifiesta a través de un trato deshumanizado, el abuso de la medicalización y la patologización de procesos naturales, lo que conlleva a la pérdida de autonomía de la mujer sobre su propio cuerpo. Según el reporte, 48 de cada 100 mujeres (47,5%) han sido víctimas de este tipo de agresión durante su atención médica.
Agresiones físicas y sexuales: el ataque directo al cuerpo
El informe también detalla la incidencia de la violencia física, entendida como el uso de la fuerza que produce daño, sufrimiento físico o lesiones corporales. Este tipo de maltrato abarca actos como empujones, bofetadas, puñetazos, puntapiés, golpes con objetos, mordeduras o jalones de cabello. Las estadísticas señalan que 34 de cada 100 mujeres (33,7%) han enfrentado violencia contra las mujeres de tipo físico en su vida.
Finalmente, la violencia sexual, una de las violaciones más graves a los derechos humanos, afecta a una proporción significativa de la población. Esta se define como la acción de obligar a una mujer a tener relaciones sexuales u otras prácticas análogas contra su voluntad, mediante el uso de la fuerza, intimidación o coerción. El INEC reporta que 33 de cada 100 mujeres (32,7%) han sufrido abuso sexual a lo largo de su existencia.
